Una mirada torturadora a un mundo caótico, repleto de anomalías macabras que muchos ignoran. Observado desde una distancia prudente y experimental.

viernes, 4 de julio de 2014

Las cosas bien...


En un árbol casi completamente seco, un viejo recuerda sus ayeres, lamentándose, sufriendo por errores cometidos o simples decisiones erróneas, unas mas graves y complejas que otras.

El viejo sentado sabe que la verdad absoluta que rige el universo es simplemente que todas nuestras acciones traen consecuencias, buenas o malas, el viejo solo se lamenta y se pregunta, por que nada bueno paso en su vida.

Como veneno en la piel todo lo que tocaba se convertía en desgracia, la maldición del rey Midas se postraba en sus hombros, cual fantasma desolado que busca en el cielo eterno una estrella fugaz, que acabe por breves instantes al menos, con este terrible maleficio.

El viejo sigue sentado bajo el árbol, esperándonos, con cada mal decisión se convertirá en nuestro acompañante y posible futuro, es curioso, pero ese anciano y yo nos conocemos hace tanto, que olvide si existía otro camino.

Chusco resulta, con la simple pregunta, con la simple opción de responder ¨SI o NO¨, escojemos la errónea, siempre, que se sentirá hacer las cosas bien, que se sentirá que el universo conspire en un plan complejo y aparatoso para hacerte feliz al menos un instante, tu futuro te pertenece solo a ti, tu destino lo trazaras en tu andar, pero al menos señora VIDA, déjame elegir bien una vez...

Déjame hacer las cosas bien... tal vez así deje de ver a ese viejo amigo bajo el árbol.
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Kurono Atsushi

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