Una parte crucial en la dieta de todo Mexicano es la ingesta de productos derivados del maíz, osease tortillas principalmente, y como buena tradición hereditaria se manda al chamaco del hogar con su servilleta afeminada por su buen kilo.
Son las 2 de la tarde y la cola es enorme, hablo de las tortillas y no de la vieja gorda que las despacha.
Albañiles, sirvientas, amas de casa, uno que otro chiquillo y hasta la señora pudiente están esperando a que salgan de esa maquina grasosa los sagrados alimentos, para mi fortuna no tendré que soportar por mucho tiempo el horrible rechinido del molino, pues mi turno llega rápido.
la tortilleria como cualquier otra, paredes pintaditas de amarillo, esquinas de los techos atascadas de grasa o tiznadas la verdad no se que es eso negro, el radio deleita a los consumidores con lo mejor del duranguense a todo lo que da de volumen, aunque no se oye ni madres con todas las maquinas que no se dan abasto.
Rezo a todos los santos por que esa señora no tenga la tonta y asquerosa costumbre de lamerse los dedos para poder abrir la bolsa o separar el papel.
Peregrinación parece, es la hora del taco y todo tipo de gente se acerca a preguntar ¨donde va la cola¨. Con mi servilletita bordada de los 15 años de una fulana que no conozco,me dispongo a ordenar con propiedad un bien surtido kilo de tortillas recién salidas.
Esta es la tradición Mexicana, que mas importa si esas manos llenas de masa seca tocan las tortillas y al mismo tiempo docenas de monedas y billetes, de donde valla a usted a saber salieron.
La señora comienza a pesar mi kilo, la modernidad la alcanzado y por fin la convenció de tener en su changarro una bascula digital, me sorprende el ver que duda unos segundos si ponerme o quitarme la ultima tortilla, el aparato calcula .964 gr , coloca la tortilla y marca 1.04 kg... en mi mente solo circula el pensamiento: si me quita la tortilla ni yo me quedare pobre ni usted se hará mas rica...
Esa señora fea, termino quitandome la tortilla :(
mañana sera otro día, tal vez pueda hacer que me regale 4 gramos esta vez... y la tradición continua