Los dias transcurren y las horas fluyen cual vil rio sin inicio ni fin...
Me encuentro sentado en una colina ni tan alta como para olvidarme de la humanidad ni tan baja como para convivir con algun ser vivo, me encuentro cada dia con el sol, mi compañero, la luz muere junto con la esperanza de sonreir.
Han pasado ya mas de 3 años y no recuerdo el por que, no logro recordar que me atraía a esa colina tan solitaria, que buscaba, que encontré y que aprendí, trato de mentir tal vez sea como la basura que piso en mi andar, vacía y sin un fin, al amanecer estarán en otro lugar pero con el mismo significado inútil.
Los pensamientos golpean bruscamente la mente, sin delicadeza ni compasión, destrozan un poco de todo, es tanto el daño que es imposible cuantificar y sin embargo el ropavejero de la vida intenta rescatar un poco de comida, vivir un día mas es su único propósito.
Camino cada día entre multitudes, buscando con desesperación algo que no existe, aferrándome en montañas de lodo con abismos de flores, las espinas hacen su trabajo y el alcohol todo lo cura, el ardor del químico en la piel expuesta es una auto-tortura con un significado mas profundo que el simple dolor, la manera de sentirnos vivos, de saber que existimos, de despertar, de sentir, es con dolor. Y la flagelacion comenzara cuando llegue a esa montaña intermedia.
Fantasmas tenebrosos, pareciera que el niño mas inocente y frágil fuera un monstruo dispuesto a matar, la gente buena y los valores mas lógicos han muerto, la montaña entre el cielo y la tierra me muestra el paranormal paisaje desolado que enfrentare otro día mas, la soledad solo se conoce si se han besado tantos cadáveres como yo, sus labios carcomidos tratan de morderme y yo solo quiero sentir eso que llaman amor.
Un abrazo al espectro me hace caer, no se puede tocar lo intangible, y sin embargo sigo aquí... caminando entre Fantasmas...
Buscándote un día a la vez, hasta que la noche me salude
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