martes, 31 de mayo de 2016
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Querido Diario
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Solo un Cigarro
Solo un Cigarro
Y allí estaba yo, un hombre desempleado desde hace algunos meses, un fracaso total diría mi madre al mas mínimo error cometido, por suerte para mi, ella esta lejos y yo a salvo de sus sermones un poco retrogradas.
Las cortinas de mi habitación juegan con mi mente, puede ser día o noche, no lo se, todo esta oscuro y me niego rotundamente a incorporarme de mi viejo colchón, solo para poder averiguar si el sol esta quemando la piel de los incautos seres que transitan por la avenida, o si la luna cubre con su manto oscuro las figuras de unos cuantos amantes de lo ajeno, picaras personas que esperan a su victima en algún callejón. Tengo todo lo que necesito justo donde estoy, una cajetilla de cigarros con su respectivo cenicero y un obligatorio encendedor como compañero inseparable de mis viajes al mar de mis pensamientos medianamente abstractos. Una botella a media vida de whisky, un vaso en el suelo, ropa por doquier y el cuerpo desnudo de una mujer cualquiera, ese es mi hábitat actual, una selva deprimente de vicios que han liberado mis instintos mas primitivos, mis libros acumulando polvo, dispersos por el departamento, como escondiéndose de mi, jugando conmigo, retándome a volver a leerlos, pero esa es una guerra diaria, que prefiero olvidar por perderme en el tatuaje de la chica que duerme a mi lado, una especie de leyenda, letras en manuscrito que no logro leer bien, rodeadas con un marco barroco un poco peculiar, nunca había imaginado que un tatuaje tan común pudiera ser representado con un estilo muy conservador, expuesto en el área mas sexual que pudiera algún dios crear, a solo dos centímetros de iniciar sus nalgas, ahí esta el, como invitándome a sumergirme, a perderme en su significado y no salir jamas.
Es solo un pensamiento, mi cuerpo a pesar de estar lleno del deseo sexual de poseer ese cuerpo blanco, pero mi cansancio mental me lo impide por ahora... mas de lo mismo, supongo, un cigarro sera lo mejor, me digo a mi mismo, le doy una fumada y lo mas común en mi vida surge una vez mas, una ola de pensamientos melancólicos y un deseo incalculable por escribir mi gran aventura de ayer, con cada exhalación el humo se lleva algo mas que solo nicotina y cuanta basura con la que rellenan estos objetos carentes de algún beneficio a mi salud.
Esta vida me excita bastante, solo necesito sacar mi laptop debajo de mi cama, sacudirla del polvo y ponerme a vomitar lineas de letras que forman lentamente una historia cualquiera, un trago al whisky, una fumada y una nalgada, la inspiración a llegado, y ella comienza a despertar, creo que es hora de que haga un breve trabajo debajo de las sabanas, por que yo no podría hacer algo mas que seguir materializando las locuras de mi cerebro un poco dañado...
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