Viernes, lo recuerdo perfectamente, recuerdo el olor a cloro y medicina del lugar, las caras largas y acomplejadas de personas preocupadas, enfermas, marchitas y apagadas.
Recuerdo el caos ocasional que surgía entre los pasillos, dando pie a un baile cómico entre médicos y enfermeras; un estetoscopio por aquí, unas pastillas por haya... y entre la danza un silencio incomodo interrumpía con gran gozo, para anunciar con trompetas la llamada al consultorio de algún fulano con nombre extraño. Allí estaba yo, uno mas de la lista, un nombre en un papel con muchos otros nombres, un enfermo, un numero, un cuerpo, un bulto.
Cierro los ojos por el cansancio excesivo y al abrirlos estaba firmando un papel, volví a cerrarlos fastidiado de llantos de niños y madres frustradas y al abrirlos estaba desvistiéndome, vi mi cuerpo en un espejo del tamaño de una pared, era sorprendente el poder cuantificar las zonas de mi piel que conocía y aun mas increíble el saber que no son muchas en realidad, y así pasaron varios minutos hasta que ,imprudente, una enfermera irrumpió en mi serenidad anunciándome que el doctor me esperaba.
Los pies pesados como mármol se niegan a responder, y el frió suelo lame la planta de mis pies quemandolos lentamente, comienzo a sudar, comienzo a perder contra la cobardía, mas sin embargo me muevo con torpeza por el pasillo abismal, color blanco con luces cegadoras.
Todo se apaga, en el fondo de mis temores me encuentro yo, sentado como niño regañado, escuchando a lo lejos, llantos de desesperación mezclados con gritos de felicidad, es un grotesco espectáculo que suena en todo mi ser, quiero escapar, salir corriendo y dejar todo atrás. solo veo un aparato de plástico acercarse violentamente a mi, un doctor se detiene a solo unos centímetros de mi rostro y con coraje, rabia y aburrimiento, simplemente me dice que cuente del 10 al 1... mientras lo hago, la mascarilla cubre mi rostro y una pesadez extrema posee mi cuerpo.
Allí estoy yo, en un sueño mas, en una tortura infinita, los instrumentos ensangrentados entran y salen de mi cuerpo,sin que pueda si quiera decir una palabra, cerrare los ojos una vez mas y tratare de olvidar el frio metal en mi cuerpo, olvidare el reir de las personas al ver mi cuerpo desnudo sobre una plancha, dormire, claro que dormire y jamas volvere a despertar.
sábado, 5 de marzo de 2016
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