Noches de alcohol, madrugadas de remordimientos, así son los días mas excitantes que haya tenido, asi es la vida mas profunda que haya conocido, y así es como sera mi existencia... al menos por ahora.
Las llamas negras, invisibles para la gran mayoría, son tentaciones mixtas en un espacio onírico, virgen ante mi sexo, inocentes ante mis perversiones... llamas negras de dolor y ansiedad, muchos las llamas injusticias, yo prefiero llamarlas orgasmos múltiples.
En este mas de sexo infinito existe el tabú de la promiscuidad y el egocentrismo, un prejuicio banal en tiempos modernos que no termino de comprender, sea cual sea su significado o propósito, me importa poco, pues estoy mas preocupado calculando el momento de mi culminación erótica.
Es curioso como transcurre el tiempo, en instantes pareciéramos seguir una linea continua de tiempo, en mi caso son solo saltos cuánticos entre historia e historia, sin sentido ni margen de error, solo una simple fantasía mediocre en un mar de realidades falsas contrarias a los principios, en pocas palabras, olas incongruentes de culpabilidad injustificada... con o sin sentido...
Noches con amnesia, a veces de llanto, a veces de furia y otras de alcohol... irónicamente fusionadas entre si , pero muy pocas percatadas en sobriedad... Noches sin sentido, sin pasado ni continuación, noches olvidadas entre sudor y cuerpos desnudos, son una migaja de vida, una pequeña probada de placer.
Algunas veces soñamos con despertar solo para volver a empezar, o eso creemos hacer...
Sin poder terminar, el licor clama mi presencia desde las sombras... y yo excitado de su aroma debilito mis defensas, hoy moriré un poco con cada trago, mañana volveré a escribir a medias...
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